¿Comes poco y engordas o por el contrario comes mucho y no subes de peso? Las hormonas pueden tener la respuesta.
De esta forma actúan algunas de las hormonas más importantes en tu cuerpo:
– Cortisol. Está vinculada directamente con el estrés, por eso cuando pasas días difíciles esta hormona se eleva y genera que el cuerpo almacene grasa y glucosa de más ayudando al aumento de peso. La mejor manera para mantenerla en los niveles ideales es realizar ejercicio regularmente, mínimo 5 días a la semana durante 30 minutos.
– Melatonina. Es conocida como la hormona del sueño. Cuando se acerca la noche la glándula pineal comienza a segregar melatonina en la sangre indicándonos que pronto llegará la hora de dormir. Cuando los niveles de esta hormona son bajos suelen relacionarse con problemas de obesidad y diabetes, también notarás que tienes problemas para conciliar el sueño o para levantarte de la cama.
– Oxitocina. La llaman la hormona del amor, ella se libera en tu cuerpo cuando estás con alguien que te gusta o quieres mucho, también cuando comes alimentos como el chocolate. Tener altos niveles de oxitocina tiene sus ventajas: mejora tu confianza, impulsa el deseo sexual, elimina el estrés y baja la presión arterial, además puede disminuir tu apetito. Deja que esta hormona se libere, comparte tiempo con las personas que más quieres, seguro sentirás cómo mejora tu salud.
– T3 y T4. Estas hormonas están relacionadas con los problemas de tiroides que pueden hacer que perdamos o aumentemos mucho de peso, ellas son las encargadas de acelerar o frenar el metabolismo y los niveles de energía. Para el control de estas hormonas es importante que visites a tu médico y éste determine el tratamiento a seguir.
Tal vez no estés comiendo de más o de menos, es posible que tus problemas de peso se deban a que los niveles de alguna de estas hormonas no se encuentran en el punto adecuado. Descarta esta posibilidad antes de tomar decisiones radicales respecto a tu dieta.