Los resultados de este método han mostrado, además, procesos óptimos de recuperación y rehabilitación en pacientes con heridas e intervenciones quirúrgicas. El éxito ha sido tal que el doctor Cardona —quien durante 12 años dirigió la unidad de traumas de una de las clínicas más importantes del país— ha diseñado también un módulo de atención segura y oportuna de heridas para quienes no disponen de personal médico calificado.
De la ciencia ficción a la realidad: ¿por qué envejecemos?
Con 21 años de ejercicio médico y 17 años dedicados a la cirugía plástica, estética y reconstructiva —y más de 10 000 casos de éxito—, Roberto Cardona ha desarrollado en estética una filosofía resumida en tres palabras: belleza, armonía y funcionalidad. Sin embargo, su verdadero motor ha sido siempre la pregunta “¿por qué envejecen los seres humanos?” y, sobre todo, “¿cómo prolongar juventud, salud y calidad de vida mediante caminos científicos?”.
Su investigación lo condujo al concepto de rejuvenecimiento celular, donde la sirtuina (SIRT) desempeña un papel decisivo. Esta proteína, activa en su nivel óptimo hasta los 20 años, disminuye entre los 20 y los 40, y se debilita progresivamente pasado ese umbral, generando los signos del envejecimiento.
La fórmula de la juventud: un biohacker en acción
La SIRT determina cuán joven o vieja es una persona, actuando como un “biohacker” que restablece el código genético original. Lo novedoso en el trabajo de Cardona es la aplicación de un sistema de reparación celular que reactiva la SIRT mediante tratamientos terapéuticos, consiguiendo sorprendentes procesos de rejuvenecimiento y mejor respuesta ante traumas, enfermedades o cirugías.
Para complementar este método, el doctor realizó estudios avanzados de nutrición sostenible en la Universidad de Harvard y desarrolló una investigación paralela sobre el autocuidado. Según él, el proceso de envejecimiento comienza a los 20 años, cuando los hábitos cotidianos determinan cambios físicos. De ahí la importancia de los “pilares del estilo de vida saludable”: nutrición, ejercicio, calidad del sueño, no exposición a toxinas, manejo adecuado de redes sociales y control del estrés. La armonización de estos factores estructura un sistema de pensamiento positivo, pues “cómo pensamos influye en cómo nos vemos y en cómo responden nuestras células al envejecimiento”, afirma el doctor.
Pensar bien es salud
Los pensamientos positivos generan frecuencias elevadas que estimulan la membrana celular y optimizan la actividad de las células. En cambio, los pensamientos negativos vibran a frecuencias bajas, menos favorables para la salud. Estudios del MIT sobre neurociencia apuntan al uso de sonidos y vibraciones como herramientas terapéuticas, avalando la importancia de estas frecuencias en el bienestar celular.
Cambiando las reglas del antienvejecimiento
En Colombia, Cardona ha diseñado herramientas que modifican la dinámica de vibración celular, elevándola de frecuencias bajas a altas para potenciar la respuesta biológica y lograr salud y bienestar. Basado en la investigación, la experimentación y la innovación terapéutica con cientos de pacientes, el doctor desafía hoy el paso del tiempo y las leyes del envejecimiento. Convencido de que la vejez es una enfermedad, sostiene que la ciencia aportará cada vez más alternativas de salud y rejuvenecimiento celular.
Él resume todo su enfoque en una sola palabra: simetría. Se trata de buscar el equilibrio perfecto entre la belleza exterior y la armonía interior: un balance vital entre cómo nos vemos y aquello que somos, pensamos y sentimos.