¿Acostumbras a tomar una siesta cada día? ¡Genial, estás ayudando a tu memoria!
No te sientas mal por tomarte pequeños momentos para descansar. Gracias a ellos tus recuerdos son mucho más duraderos y detallados.
Dormir para crear nuevos recuerdos
Es bien sabido por todos que dormir es parte fundamental de la vida de los seres humanos. En estas horas de reposo, el cuerpo descansa, se relaja y se llena de energía para enfrentar al otro día una nueva jornada. Pero además de esto, dormir es esencial para la creación de recuerdos en nuestro cerebro. Lo recomendable es que una persona descanse 8 horas cada día, pero pequeñas siestas también estarían favoreciendo al buen desarrollo de la memoria.
Beneficios para la memoria
Un nuevo estudio realizado por Michael Craig, investigador de la Universidad Heriot-Watt en Edimburgo, Reino Unido, y Michaela Dewar, líder de investigación y profesora asistente en la misma universidad, sugiere que el sueño “bloquea” los mecanismos del cerebro para olvidar; reduciendo el neurotransmisor dopamina facilitando la formación de la memoria.
El estudio
Los expertos diseñaron una prueba de memoria para evaluar la capacidad de retener información concreta. Le pidieron a 60 jóvenes, hombres y mujeres, de 21 años en promedio, que miraran un conjunto de fotos. Ellos debían discernir entre fotos “antiguas” y “similares”; si la capacidad de los participantes para retener los matices era buena, dirían que las fotos eran “similares”. Según Michael Craig “las personas que descansaban tranquilamente en los minutos que siguieron a la presentación de la foto obtuvieron mejores resultados al notar sutiles diferencias en fotos parecidas”. Lo que sugiere que estos participantes almacenaron recuerdos más detallados, en comparación con aquellos que no descansaron.
Arroja buenas evidencias
Gracias a este ejercicio los científicos tienen la primera evidencia de que un breve período de reposo silencios puede ayudar a retener recuerdos más detallados. En este tiempo, el sistema de memoria fortalece los recuerdos nuevos y débiles al reactivarlos; siendo crucial el descanso para retener los detalles más específicos.