Elimina o reduce estos gastos y mira cómo el dinero te alcanza para ahorrar:
Por supuesto, no se trata de dejar de alimentarse correctamente, al contrario, reduciendo la compra de algunos alimentos, también le estarás haciendo un bien a tu salud. Cuando vayas a hacer mercado, crea una lista con los productos que son realmente necesarios para comer de manera adecuada, luego, crea otra con los que pueden omitirse, como, por ejemplo: gaseosas, salsas, comidas de paquete, entre otras. Así serás consciente de lo mucho que gastas en ellos, animándote a sacarlos de las compras habituales, lo que se reflejará en un ahorro muy significativo.
Con este punto, no te estamos invitando a que dejes de lado tu vida social o que no puedas disfrutar de vez en cuando de una buena copa en compañía de tus amigos o seres queridos. Sin embargo, analiza cuánto dinero estás gastando mensualmente en licor y reconsidera la cifra. Al igual que con la comida, al disminuir el consumo de alcohol, no solo verás cómo te queda dinero suficiente para ahorrar, sino que, además, comienzas a cuidar tu salud.
Si eres de los que no puede llegar a la oficina sin antes detenerse a comprar un café, o de los que después de almuerzo necesita comerse un delicioso postre, es mejor que hagas cuentas de lo que estás gastando en estas cosas que parecen tan insignificantes, pero, que al final del mes son culpables de que digas: “no me alcanza la plata para ahorrar”. Controla esos impulsos de comprar constantemente comida adicional a la que consumes en el desayuno, almuerzo y comida. Opta por opciones más económicas y saludables como una fruta. Aprovecha el hecho de que en Colombia es sencillo conseguir gran cantidad de frutas a un precio muy bajo.
Es entendible que no quieras hacer uso del transporte público y desees viajar de una forma más cómoda. Sin embargo, el pago constante de este tipo de servicios hace que tu dinero se vaya rápidamente. Comienza a ser consciente de lo que inviertes mes a mes pagando las carreras de taxi o Uber, busca otras formas más económicas de transportarte y usa estos servicios cuando realmente sean necesarios.
Si eres de las personas que cada mes debe estrenar una prenda para sentirte feliz, o de los que se endeuda comprando ropa y zapatos a crédito porque te enamoras de algo cada vez que sales a la calle, ¡es momento de detenerte! Puede que, sin darte cuenta, seas una persona adicta a las compras, lo que, por supuesto, te llevará a tener un mal manejo de tus finanzas personales. Sabemos que es difícil ser razonable ante algo que te gusta, pero, comienza a comprar solo la ropa que de verdad necesites, no te dejes llevar por el impulso.
No se trata de dejar de lado tu cuidado, solo de optimizar la forma en que lo haces para que esto se vea reflejado en un ahorro considerable de dinero. Para nadie es un secreto que, los productos de aseo y cuidado diario son los más costosos dentro de la canasta familiar y, dependiendo de la marca, el valor puede aumentar mucho más. Deja de comprar cantidades exageradas de tratamientos para el cabello, cremas para cada parte especifica del cuerpo y productos que prometen actuar de manera milagrosa en ti. Compra lo necesario para verte y sentirte bien, sin caer en los excesos.
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