Policía disparó a niño con autismo que sufría una crisis por ansiedad

La policía de ese país ha matado con arma de fuego a 1.254 personas con enfermedades mentales desde principios de 2015, según información del diario The Washington Post y replicado en la BBC.

El llamado a la policía estadounidense de una madre desesperada porque no podía controlar un ataque de ansiedad de su hijo, normal en niños con Asperger, terminó con el menor en el hospital al recibir disparos por parte de un uniformado. (Anciano agredido por Policía pide que no sancionen ni dejen sin trabajos a los agentes)

El Asperger es una forma de autismo y que se caracteriza por causarles choques emocionales incontrolables a quienes padecen de la enfermedad. Golda Barton, madre de Linden Cameron, solicitó ayuda telefónica a la policía de Estados Unidos para poder controlar a su hijo, quien al conocer la noticia de que su mamá debía regresar al trabajo después de un año de estar en casa, entró en crisis, y como ella misma lo expresó a las medios estadounidenses, “tenía mucha ansiedad por separación”. (La cara más amable de la Policía durante las manifestaciones en Colombia)

Golda esperaba una fuerza mínima controlada por parte de la policía, pero no ocurrió, en el testimonió que dio a la BBC, aseguró que “Les dije: está desarmado, no tiene nada, simplemente se enoja y comienza a gritar y gritar (…) Es un niño, está tratando de llamar la atención, no sabe cómo controlarse”. Sin embargo, en una conferencia de prensa dada por la policía después de que se conocieran los hechos, el sargento Horrocks dijo que el motivo de la llamada era un “problema psicológico violento”, así como reportes de que un niño (no nombrado por las autoridades) había hecho “amenazas a algunas personas con un arma”, versión que no coincide que la declaración de la madre y que está en investigación. (El adiós de ‘Ñero’, el perro policía que se robó el corazón de los colombianos)

Familiares del menor solicitaron ayuda económica en las redes para su recuperación, donde aseguraron que Cameron sufrió “lesiones en el hombro, tobillos, intestinos y vejiga”, agregando que: “Aún se desconocen los efectos a largo plazo de sus lesiones, pero es probable que su recuperación sea larga y requiera múltiples tipos de tratamiento”.

Este es un nuevo caso que revive la polémica de los protocolos que deben seguir los policías en Estados Unidos, y que también toma fuerza en Colombia con casos como el del abogado Javier Ordoñez, quien murió después de una detención con fuerza desmedida donde fue usada una pistola taser (de descargas eléctricas).

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