La profesión médica que se volvió clave en el post-COVID. ¡Conócela ahora!
Ante las consecuencias de salud pública que trajo la crisis sanitaria, es importante analizar el protagonismo que toma el rol del terapeuta respiratorio unido a todos los esfuerzos mundiales por cuidar la salud de la población, aportando soluciones a los problemas derivados de la pandemia y a la prevención y manejo de enfermedades.
Enfermedades emergentes y remergentes
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los pacientes con Covid-19 en condición grave necesitan rehabilitación y/o tratamiento terapéutico, debido a las consecuencias generadas por el uso de respiradores y de periodos prolongados de inmovilización y reposo en cama; obstáculos que deberán enfrentar con el terapeuta para contrarrestar los nuevos virus.
Ha quedado demostrado que las enfermedades transmisibles no han sido derrotadas. Hoy se habla con fuerza de enfermedades emergentes y reemergentes, donde los gérmenes son cada vez más resistentes y las costumbres de cada comunidad se ven amenazadas ante la incertidumbre de no encontrar una solución sostenible en el tiempo.
Para Gleydiz Arboleda Amórtegui, docente del programa de Terapia Respiratoria de Areandina sede Pereira, “el enfoque que un terapeuta respiratorio puede dar ante la comunidad científica es certero si este, participa desde los diferentes determinantes sociales de la salud como actor principal dando educación en la prevención de enfermedades respiratorias e interviniendo la comunidad con aportes en el autocuidado en la comunidad médica en la primera línea de atención frente a las enfermedades emergentes y reemergentes”.
Y agrega que, “a pesar de las dificultades a las que como profesionales nos enfrentamos, cada vez son más los terapeutas respiratorios, que trabajan dentro y fuera de los sistemas de salud, quienes van generando e implementando ideas donde el enfoque de salud de la población se abre a nuevas posibilidades, creando y estructurando desde la educación, estrategias que van dirigidas a educar la comunidad en los riesgos de enfermedades respiratorias”.
En 1974 el “Informe Lalonde” estableció un marco conceptual que identificó los factores que parecían determinar la situación de salud, el estilo de vida, el medio ambiente, las características biológicas humanas y los servicios de salud; lo que lleva a un terapeuta respiratorio a construir de manera constante guías y protocolos para favorecer las acciones en la aplicación del concepto de salud de la población bajo el marco de la salud pública.
Para la terapeuta Arboleda, “las estrategias que se construyen desde el terapeuta respiratorio buscan influir en la situación de salud de la población. Para que sean efectivas, deben abordar una amplia gama de factores determinantes de la salud en forma integral e interdependiente”; pero el terapeuta respiratorio no puede actuar solo, porque la mayoría de los factores determinantes de la salud están fuera de su competencia, por tal razón, debe complementar su actuar bajo las políticas públicas que a su vez, son herramientas que favorecen la salud de la población construyendo de manera periódica políticas saludables.
Papel primordial
Es así, como el profesional en Terapia Respiratoria tiene un papel primordial en la recuperación de las secuelas que el coronanvirus puede dejar a nivel pulmonar, respiratorio y funcional e insistir en que la mejor manera de priorizar el cuidado es previniendo, no relajándose ante las medidas de bioseguridad , haciendo ejercicio, alimentándose de manera saludable y fortaleciendo el sistema respiratorio con ejercicios específicos implementados en la terapia respiratoria.