El Sputnik V fue el medicamento que registró Rusia el 11 de agosto de 2020, bajo la promesa de que “crea una inmunidad estable contra el virus”.
La noticia de que Rusia había hallado una vacuna antes que el resto de los países hizo que se generará esperanza mundial, pero también se inició una polémica porque en su momento no presentaron los estudios que revelaran que había pasado por las tres etapas necesarias que requiere este tipo de desarrollos médicos. (Así funciona el buzón para “depositar’ a los bebés no deseados)