“Ahora tengo, no una enfermedad, sino dos”, dice Antanas Mockus entre risas

El senador se sometió a un procedimiento quirúrgico para minimizar el parkinson, pero le desencadenó otra molestia.

Lo primero que se debe destacar es que su salud ha mejorado notablemente y por eso en este diciembre pudo regresar a trabajar de tiempo completo al Senado. Antanas Mockus no se rinde ante las enfermedades y se ha convertido en un ejemplo de superación. (Un cambio impresionante: la joven que salió del Bronx y ahora es un ejemplo)

En el primer semestre del año, en una transmisión en directo por televisión nacional donde hacían presencia varios de sus compañeros de partido político, se evidenció que el parkinson que padece hace algunos años había avanzado hasta el punto que sus movimientos involuntarios se llevaron toda la atención en esa alocución. Ante los comentarios ofensivos, demostró su tolerancia comparándose con un “perrito de taxi”. (La historia de la campeona de gimnasia y modelo con síndrome de down)

En el mes de septiembre se conoció que Mockus se sometió a un procedimiento quirúrgico. En ese entonces, el periódico el País de Cali informó que de acuerdo con el neurocirujano Óscar Escobar, quien hizo parte del grupo multidisciplinario y trató como neurocirujano funcional al senador, se realizó una “Estimulación Cerebral Profunda que consiste en implantar en unos sitios específicos del cerebro, un par de electrodos (uno en cada lado), conectados a dos cables que se exteriorizan y se pasan por debajo de la piel, desde el cráneo hasta el tórax”. (La gatita rescatada que superó un raro síndrome que le impedía caminar)

Ahora, casi tres meses después, el mismo Antanas comentó a Blu Radio que “hay una optimización. Ahora, con la instalación del marcapasos, ando con mucho más control de las disquinesias. Las disquinesias son los movimientos involuntarios”, y agregó que mucha gente le ha hecho saber su mejoría. Sin embargo, también aseguró que en esa intervención quirúrgica se le desacomodó un disco de la columna vertebral y a veces le causa dolor. “Ahora tengo, no una enfermedad, sino dos” dice entre risas, porque en realidad son más notorios los beneficios, al punto de que asegura que se siente “transformado”.