Tranquilo, todos los profesionales hemos sido ‘primíparos’ y sin saber cómo, sobrevivimos a ese proceso de conocimiento y adaptación a nuestra amada ‘alma mater’. Aunque no debes preocuparte demasiado por la situación, si es importante que días antes de iniciar las clases visites tu universidad, te familiarices con sus aulas y espacios, así podrás llegar donde quieras sin correr el riesgo de preguntar algo que te delate.
Los primeros días de clase son un poco difíciles pero emocionantes, debido a que todo es nuevo para ti. Pero con el paso del tiempo las caras se te harán más conocidas en clase y empezarás a crear lazos de amistad con tus compañeros. Si tienes suerte, muchos de ellos serán tus amigos por el resto de tu vida.
Una de las mejores cosas de ingresar a la universidad es el aprendizaje que tendrás personal y académicamente. En poco tiempo te darás cuenta de que el colegio era otro rollo y que aquí aprendes tanto como desees y te esfuerces. Es gratificante adquirir conocimiento que se convertirá en la base de lo que serás y harás como profesional.
Durante tu carrera universitaria te encontrarás con uno que otro docente muy estricto, que logrará sacarte canas verdes. ¡No te preocupes! Lo superarás y además aprenderás a identificar a todos los de su estilo. Preparándote psicológicamente al principio de cada semestre para lo que se viene en cada materia.
¡No estamos de acuerdo con esta actitud! Sin embargo, a muchos nos ha pasado y es posible que a ti también te ocurra. Lograr pasar la materia que creías perdida es una mezcla de adrenalina, nervios, trabajo duro, y por qué no, buena suerte. Luego de vivir esta experiencia, desearás estudiar durante todo el semestre para no estar sufriendo los últimos días.
Como estudiante universitario desarrollarás habilidades únicas que ningún genio de las finanzas entenderá jamás. Sea que tus papás te den para tus gastos o que tú mismo te los financies, aprenderás a apreciar el valor de cada peso. Habrá días difíciles en los que deberás decidir si comer o sacar las fotocopias que te pidieron; pero no lo veas como algo malo, al terminar tu carrera universitaria te sentirás orgulloso de haber sorteado cada uno de esos obstáculos.
Aunque la universidad requiere esfuerzo, dedicación y entrega, también es la época de tu vida donde tendrás más tiempo para compartir con tus amigos. Un hueco entre clase y clase, un profesor que no fue o un rato después de terminar la jornada; se convierten en los momentos perfectos para vivir aventuras que seguro no te cansarás de recordar cuando seas mayor.
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