Cada espacio dentro de los refrigeradores ha sido pensado y destinado por el fabricante para un uso específico y a su vez adecuado.
Si eres de los que pone el mercado en cualquier rincón sin detenerte a pensar qué es lo más conveniente para la conservación tus alimentos estos consejos te caerán muy bien, apréndelos:
- Es importante que en la parte superior de la nevera ubiques los quesos. Procura envolverlos en papel a prueba de grasa o ponerlos en recipientes de plástico que no sean herméticos.
- En la parte central del refrigerador deben ir los lácteos líquidos como la leche, el yogur y la crema de leche.
- Pon en la parte de atrás aquello que tardará en caducar, y a la mano todo lo que vaya a vencerse en los próximos días.
- La parte de abajo, que es la más fría, destínala a los embutidos que deberán almacenarse en recipientes herméticos.También es el lugar ideal para las carnes, pescados y mariscos que se vayan a consumir en poco tiempo.
- Reserva las gavetas para las frutas y las verduras. Para que estas últimas se mantengan frescas por mayor tiempo, guárdalas en bolsas. Estas no deben ser herméticas, pues los vegetales necesitan ‘respirar’ para no dañarse.
- Los espacios de la puerta también deben ser aprovechados correctamente, así que guarda los huevos en las cubetas destinadas para estos, ahí se conservarán a temperatura ideal.
- En la parte baja de la puerta siempre están las bandejas para guardar líquidos embotellados, lo que hará más segura una situación en caso de derrame.